Hace más de 5.000 años ocurrió en Argentina la mayor erupción volcánica de la historia de nuestro planeta, concretamente en el Cerro Blanco de los Andes Centrales. La investigación de los científicos hispano-argentinos apunta que fue específicamente hace 4.200 años, produciendo una nube de gas y ceniza de 32 km de altura, extendiéndose a más de 500.000 km2, el tamaño de casi todo un país como España.
Se descubre una erupción volcánica de miles de años
Con la información obtenida del instituto de Ciencias de la Tierra, se ha llegado a la conclusión que es el más grande que se ha registrado nunca.
Los científicos hallaron cenizas de la erupción a más de 400 kilómetros del volcán, en los alrededores de la ciudad de Santiago del Estero.
Recordemos que Cerro Blanco se encuentra a unos 4.400 metros sobre el nivel del mar, al sur de la meseta andina donde está la provincia de Catamarca, ubicada al noreste del país.
Fernández Turiel fue el responsable de la investigación y que tenía como tema principal plantearse la relación que existe entre el arsénico y la ceniza volcánica en el agua.
Después de haber recolectado docenas de muestras en ese sector, los científicos se dieron cuenta de que todas provenían de la misma erupción volcánica. Estos resultados han modificado el modelo de volcanismo activo que se tenía registrado en esa región andina, ya que hasta ese entonces se tenía la idea de que la zona volcánica central funcionaba de la misma manera que la zona volcánica sur.
Fue una época de pocas erupciones pero con grandes ríos de magma y explosiones muy grandes.
¿Cómo se forman los volcanes?
¿Alguna vez te has preguntado cómo se forman los volcanes? Contrariamente a lo que uno podría pensar, el 90% de estos monstruos capaces de explotar y aniquilar ciudades enteras, en realidad están en el fondo de los océanos. Veremos en este artículo las razones de su formación, su distribución y tipos, y sus peligros.
En nuestro planeta, los volcanes se forman debido al aumento y a la acumulación de magma sobre la corteza terrestre, ya sea en tierra o en el fondo de los océanos.
Cuando hablamos de magma, hablamos de parte de roca fundida en general de las profundidades del manto y ocasionalmente de la corteza terrestre, y que se calienta por la fricción de las placas tectónicas al chocar una contra la otra.
El magma ascendente se solidifica más o menos rápidamente tan pronto como entra en contacto con la atmósfera o el agua del océano. Una vez frío, el material solidificado, el basalto, puede servir como soporte para otros flujos de lava. Al acumularse entre dos erupciones, y a pesar del fenómeno de la erosión, el cono volcánico se forma y puede llegar a ser muy alto, formando montañas y nuevas islas, no siempre estables, al menos inicialmente.
Las erupciones volcánicas pueden asociarse con fenómenos más o menos peligrosos: emisiones de gases tóxicos y cenizas, explosiones con proyección de rocas, nubes ardientes, flujos de lava que causan incendios, etc.
La montaña cónica generalmente formada por volcanes se conoce como la caldera.
¿Por qué se forman los volcanes?
De hecho, hay tres lugares donde se pueden formar volcanes. En orden de acontecimiento, estas son las fisuras donde las placas tectónicas se alejan unas de otras, las zonas de subducción donde las placas convergentes pasan una debajo de la otra y las zonas extrañas que llamamos puntos calientes a menudo en el medio de las placas
Todavía hay muchas cosas que no sabemos, incluida la razón exacta de los puntos calientes, cuyo origen, profundamente enterrado bajo la Tierra todavía es difícil de estudiar.
Para los otros dos casos es más simple y es que en las grietas, por ejemplo, la presión del magma empuja las placas para alejarse y este espacio que queda «vacío» se llena inmediatamente con magma.
En el fondo del océano, esto se manifiesta por los flujos lentos de lava que se endurecen rápidamente, formando una especie de cojines y chimeneas de basalto.
Las grietas se encuentran principalmente en el fondo de los océanos. Pero debido a que causan la formación de grandes volcanes, a veces emergen a la superficie para formar islas. Este es el caso por ejemplo de Islandia, atravesada por muchos volcanes, habiendo rastros visibles de la grieta que recorre la isla.
En las zonas de subducción el magma se forma a menudo más cerca de la superficie debido a la fusión de la corteza y a la enorme fricción de las placas entre sí. Con una presión inmensa, la roca fundida sube a la superficie para formar volcanes. Japón se encuentra en una zona de subducción muy activa, por lo que hay muchos volcanes.
¿Dónde están la mayoría de los volcanes?
Solemos creer que la mayoría de los volcanes se encuentran en tierra, siendo esto un error, ya que el 90% de los volcanes están realmente en el fondo del agua, en las grietas oceánicas.
Particularmente, en el Cinturón de Incendios del Pacífico (el 75% de los volcanes activos están alrededor del Océano Pacífico) y en el Océano Atlántico en la cordillera del océano.
Por supuesto y aunque la mayoría de los volcanes se encuentran debajo de los océanos, los que más a menudo causan daños en la Tierra son los que se encuentran en Indonesia, Filipinas, Japón, México, Etiopía, Guatemala, Ecuador, Italia, El Salvador, Kenia e Islandia, ya que son regularmente afectados por erupciones y terremotos.
Las consecuencias de una erupción pueden ser extremadamente graves, especialmente, en ausencia de un sistema de alerta.
Existen principalmente dos tipos de erupciones, las erupciones efusivas asociadas con los «volcanes rojos» con flujos de lava y las erupciones explosivas, más peligrosas y asociadas con los «volcanes grises».
Aunque parezca una digresión, éste conocimiento, profundizado a conciencia, me lleva a creer que no hablamos mucho de él así como evitamos hablar sobre la muerte o la posible colisión con objetos del espacio. El número de personas que comprenden dónde están pisando es hoy considerable. Creo que esto influye en lo que estamos viviendo como sociedad humana en proceso civilizatorio.
Y en definitiva, comprendemos el porqué gran parte de ciertas élites tecnocientíficas buscan salir al espacio a buscar nuevos sitios o formas posibles de sobrevivencia.
Estamos viviendo en una superficie escasa y tibia, sobre lava derretida…
Buen comentario Jose, realmente el planeta que nos quede dentro de 50 años no se si servirá para vivir o malvivir, incluso ponerle 100… se ve un futuro bastante negro… Un saludo!